2012, Rescate en Madrid

Parafraseando uno de los títulos míticos de John Carpenter y de la Serie B, como fue 1997, Rescate en Nueva York; al final ha sucedido lo que Moncloa, léase Rajoy, llama “lo sucedido el otro día”: El tan temido “rescate” querescateeufemismos como un tsunami se lleva gobiernos enteros por medio.

Si bien es verdad, que lo acontecido no es lo mismo que lo ocurrido en Grecia, Irlanda o Portugal; por dos razones, por el montante: 100.000 millones de Euros, que tardaremos una generación en pagar, y, en teoría, por el mecanismo que se pone en escena que es un ensayo, utilizando a España como cobaya, por las instituciones internacionales y especialmente para la Unión Europea, para ver si dando un “crédito” para reactivar el sistema financiero, se reactiva la economía real. (Tengo mis serias dudas al respecto).

Antes una cuestión: sigo sin entender por qué hay que rescatar a entidades privadas que han sido mal gestionadas y cuyos consejos de administración deberían responder ante sus accionistas. En el sistema capitalista es un hecho que las empresas (los bancos lo son) que son ineficaces están condenadas a desaparecer, sin más. Pero en la UE nos hemos empeñado en salvar bancos (no solo en España) a costa del erario público y de los esforzados ciudadanos, cuando en EE.UU. cayeron entidades de gran peso y no ha pasado nada.

Nos han hecho creer, hasta llegar a este punto, en que el problema de España era la Deuda Soberana, cuando esto es la gran mentira de esta astracanada que nos están haciendo creer. El gran problema es la deuda financiera de las entidades bancarias, fruto del orgiástico e insostenible modelo de la burbuja inmobiliaria, modelo que lejos de estar muerto sigue latente entre nosotros.

Uno de los grandes peligros al que nos enfrentamos en el actual escenario, son los activos tóxicos de los bancos, no solo las hipotecas y fondos especulativos, si no la indigestión de suelos, obras inacabadas e hipotecas pendientes de empresas del ladrillo quebradas, por toda la geografía. A esto hay que sumarle, que en los balances bancarios, estos “activos” están sobreestimados, porque su precio no corresponde con el valor real de tasación en la actual situación de mercado. El sobre stock de viviendas por vender en España, unos 2 millones, sigue siendo un gran lastre que los bancos deben de afrontar cuanto antes, para acelerar el ajuste de precios en el mercado, acomodándolo a la actual situación de la economía.

¿Qué significa esto?, pues es una mala noticia para cualquiera que tenga una propiedad inmobiliaria y además hipotecada (como la mayoría de la ciudadanía de este país). ¿Por qué? Porque cuando los bancos no tengan más remedio que ajustar precios y sacar el stock al mercado, se va a producir un doble efecto: por un lado más perdidas en sus cuentas de resultados, es decir, más dinero que pedir para aguantar la situación, y esto nos llevará a una devaluación y pérdida de poder económico de facto, en todo el país, cuando todos nos demos cuenta que la casa que te creías que valía 100, ahora vale 40, pero sin embargo si tenías una hipoteca de 60, los 60 seguirán estando ahí, como una losa, y con tu pérdida de poder adquisitivo.

Este es uno de los riesgos más graves a los que tendremos que hacer frente los españoles en los próximos meses, por no decir, que ello conllevará a un empobrecimiento de nuestro poder adquisitivo en general y una nueva bajada de la demanda en todos los sectores.

La cuestión es que en estos momentos lo que más hace falta es alta política. Para empezar, no entiendo por qué no se pone en marcha una Comisión en el Congreso de los Diputados que tenga en cuenta a representantes de las Comunidades Autonómas, y de los agentes sociales, donde con extrema transparencia y pedagogía se explique como se va a usar ese dinero desde el FROB. Hay que poner en marcha un nuevo sistema de gobernanza multinivel, que desarrolle un nuevo sistema de hacer política; hace falta comenzar un debate profundo del sistema institucional de nuestro país, especialmente en las entidades de tercer nivel, diputaciones y ayuntamientos; y a la par, con el corto plazo perdido hace falta poner en marcha los cimientos que construyan el horizonte para un nuevo sistema productivo que nos haga crecer y dotar a España de un valor añadido en la próxima década, contando conque esta ya la tenemos perdida.

Lo que no podemos permitir, es que actuemos como si no hubiera pasado nada. Ha pasado algo y muy grave, estamos intervenidos de facto, con una troika que nos supervisará (ya, ya al sector financiero, ¿usted se lo cree?), y que nos pondrá deberes muy duros, quedan semanas para ver la subida del IVA al 21% y de la edad de jubilación efectiva a los 68 años. Van a seguir con políticas de recortes, cuando hasta el mismo Obama ha pedido que este no es el camino. ¡Ah! y hace un rato la prima de riesgo estaba en 521 puntos y el IBEX ha cerrado en negativo.

Necesitamos más señales, ¿o esperamos a ver si los mayas tenían razón, con lo que vaticinan para este año?

Un comentario en «2012, Rescate en Madrid»

  1. Es curioso que nadie aprobemos que se ayude a los bancos, o mejor dicho a las cajas, y sin embargo partidos de ambos colores acudan raudos en su auxilio, a nuestra costa. Curioso, dejémoslo ahí.
    Pero quisiera que no cayéramos en el mismo error que los “mercados”, y consideremos pérdidas reales lo que son simples apreciaciones subjetivas del “valor de mercado”. Si salieran las casas a la venta, cosa que sí que ayudaría a solucionar el problema bancario puesto se estarían deshaciendo de los activos tóxicos, no se producirían tantas pérdidas, ya que éstas han sido provisionadas es decir, que ya se han llevado a gasto de forma anticipada (de ahí que necesiten ayuda los bancos, por si llegan a vender y pierden). Pero sobretodo, eso no afectaría a nuestro poder adquisitivo, al menos el de la mayoría de los españoles, ya que no somos especuladores inmobiliarios sino que en la mayoría de los casos compramos una casa para toda la vida, y pase lo que pase con el precio de las demás casas, seguiremos teniendo esa misma casa.

    En cuanto a Europa, espero que llegue el día en que ni nos ayuden, ni nos presten, ni rescaten ni intervengan,… porque simplemente seamos una auténtica Unión con una única política común.

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