La debilidad de la Gobernanza

Sí, la debilidad de la Gobernanza. Se supone que la gobernanza “versa sobre la forma en que se han de alinear los hábitos culturales, las instituciones políticas y el sistema DSC_0121económico de una sociedad para darle a su pueblo la buena vida que desea”. El problema es que la globalización ha ensanchado la perspectiva de la gestión de la misma, debido a que el actual sistema económico ha convertido a la sociedad en un gran mercado transnacionalizado, con una ausencia de un gobierno mundial real, atomizado entre un hegemón, los aspirantes y las otrora potencias europeas.

La cuestión no es baladí. Está en juego el sostenimiento de sociedades enteras, de la supervivencia de modelos sociales construidos con sacrificio que han sido vistos como modelos por otras sociedades para progresar. Pero la actual tensión de los mercados y el débil papel que los estados juegan en el tablero mundial es harto preocupante. Por seguir el símil, mientras los estados juegan a las damas en el tablero internacional, los mercados y las corporaciones transnacionales juegan al ajedrez.

Quizá uno de los problemas que tenemos está en la raíz fisiocrática del término gobernanza. Ha llegado el momento de cambiar formas, relatos y los juegos internacionales de poder, para devolver la soberanía mundial a sus detentadores: los estados (y especialmente los democráticos) como depositarios de sus respectivas soberanías ciudadanas.

La actual situación:

Mañana, 17 de octubre de 2013, los Estados Unidos de América se asomarán al limbo fiscal con una bancarrota en ciernes (algo que ya ha ocurrido otras veces), fruto de un juego político que subvierte la propia esencia de la democracia. El Presidente Obama espera a que el Congreso de vía a la propuesta de aumentar el techo de endeudamiento para abrir el gobierno de nuevo, que la mayoría republicana ha originado con su mandato en el Capitolio. El problema es que el GOP, ahora está en manos, no de sus representantes institucionales con el House Speaker al frente Jonh Boehner, si no de esa pandilla de anarcoliberales de extrema derecha que es el Tea Party que llevan el sueño del “estado mínimo” de Robert Nozick a su máxima expresión. La práctica del filebusterismo norteamericana ha pasado por tanto, desde el propio Capitolio a uno de sus partidos: el Republicano. Y el problema ahora es que los republicanos se encuentran ante un nudo giordiano que no saben (o no quieren) deshacer.

Mientras tanto, una minoría tiene secuestrada la democracia más poderosa del planeta, porque hay un fallo en su propio sistema de gobernanza. Se está subyugando la voluntad de la mayoría frente a la terca decisión de una minoría obstinada e intolerante.

Recordemos que el problema reside en el hecho de que esta minoría pretende eliminar el programa de protección sanitaria que el Presidente sacó adelante en el Congreso, conocida como Obama Care, y esto no es si no un chantaje en toda regla contra uno de los pilares institucionales del propio sistema norteamericano. Además, hemos de tener en cuenta que esto sucede en el principio del segundo mandato presidencial, y Obama no está dispuesto a que su legado a la nación quede diluido en la Historia, por lo que con esta decisión ha adelantado su tiempo como “lame duck” en la Casablanca, poniendo el acento en cuestiones internas, y desarrollando una política más hacia los intereses de su electorado más fiel, por encima de las propias necesidades del Partido Demócrata de cara a las próximas Presidenciales, que quedan muy lejos en el tiempo.

Por cierto, de llegar a un acuerdo, que será a un alto precio, sería para encontrar una solución por tres meses. Y al final de año esta pesadilla se volvería a repetir con las repercusiones futuras que ello tendrá para los EE.UU. y el resto del mundo.

La mal ejecutada gobernanza europea.

En EE.UU. las cosas están difíciles, pero en Europa, llevamos ya 5 años sin levantar cabeza. La arquitectura institucional del Tratado de Lisboa estaba diseñada para avanzar hacia la integración (lenta, pero integración pese a todo) y no volver a un diseño intergubernamental con un peso acuciado de Alemania en el Consejo y en el diseño económico de la Unión. Por mucho que Alemania pierda un 90% de sus propuestas en los debates del Parlamento Europeo, como Ignacio Samper me recordó en #Parlamentar2013 hace unos días.

El problema de nuestra gobernanza es de otra índole, ya que los estados de la Zona Euro, se han quedado sin las herramientas de la política monetaria para hacer ajustes y tienen que recurrir a trámites dolorosos como las devaluaciones internas como ocurre en la periferia europea, con España incluida.

En teoría, tenemos una Unión Monetaria y Económica, pero en realidad tenemos una moneda única y 28 sistemas fiscales y tributarios distintos, y así es muy difícil armonizar nada y mucho menos competir en los mercados exteriores, especialmente en Asia y América. Esta falta de desarrollo, ha impedido una Unión Bancaria, que hubiera supuesto un mayor sistema de control a las “ayudas” financieras a los sistemas bancarios nacionales. Cabe recordar que el FROB en España reconoce que hay 18.000 millones de € perdidos para siempre de las ayudas que se han dado a los bancos (nadie procesado y en la cárcel hasta ahora, por la mayor estafa ocurrida jamás en España). [Mientras tanto, ya van más de 10.000 millones de € recortados en educación, sanidad y políticas sociales, y lo vemos tan normal. ¿Para cuándo una acción ciudadana exigiendo responsabilidades judiciales y políticas?]

E incluso en Alemania tienen problemas (ocultos), con su sistema bancario, que está intoxicado de activos griegos, portugueses, irlandeses o españoles que se crearon en época de vacas gordas. Querido lector/a tu hipoteca, para nada es de un banco español, ya que este seguramente compró el dinero barato de aquella orgía, en Alemania. Los amigos se quieren cuando no hay problemas y todo va bien, pero cuando hay excesos y toca pagar la cuenta, los problemas comienzan.

Por ello, el problema de Europa es acuciante, porque debemos encontrar una solución a este carril lento en el que vamos hacia el desastre. Por ello las elecciones europeas de mayo de 2014 son tan importantes, porque decidimos NUESTRO futuro. La política económica y monetaria se decide en Bruselas y Francfort y por ello es tan importante tener un Europarlamento legitimado, que tenga fuerza, como altavoz de la soberanía ciudadana de la Unión, frente a las instituciones estatales como el Consejo y la Comisión.

Pero me temo, querido lector/a que ves las elecciones europeas como algo lejano, aburrido, lleno de tecnócratas que te complican la vida. Bueno en parte sí, pero no es del todo cierto. Armonizar la vida de 28 estados y 500 millones de personas no es fácil. Es más, es muy complejo, máxime con la complejidad cultural e idiomática de la Unión (que es una de sus fortalezas).

Seguro que piensas en ella como una gran orbe llena de funcionarios, que dilapidan el presupuesto comunitario, pero eso no es así. El número de funcionarios que trabajan en la Comisión de la UE es casi el mismo que el de que lo hacen en una ciudad británica como Birmingham, y ya puestos, piensa ahora en cualquier ciudad grande española y, sí, es ELECCIONES EUROPEASverdad, ya no parece tan mayestático, ¿verdad?

Por lo tanto en el período 2014-2019 Europa se juega su ser o no ser. Piensa en cómo el Tea Party tiene secuestrado el Gobierno de los Estados Unidos. Piensa ahora como puede ser el futuro de Europa con un Parlamento Europeo lleno de extremistas como el Frente Nacional francés, o de partidos antisistema o populistas que buscan derrocar la Unión. La institución que ha dado estabilidad y credibilidad a Europa en los últimos 60 años.

¿De verdad sigues pensando que la Gobernanza es un problema de políticos y tecnócratas?

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