Ucrania versus Euroescepticismo

Mientras Ucrania se divide por la mitad en dos corrientes sociales: una prorrusa y otra proeuropea, el euroescepticismo extiende sus tentáculos por el continente. Esta podríaGeopolitics & Risk ser la entradilla de cualquier titular de la prensa escrita, en cualquier país de la Unión.

Pero como todo, las noticias, y antes los hechos, hay que verlos en perspectiva. La actual situación es de desazón, desconcierto, desgobierno. Sí, desgobierno, como nunca antes se había experimentado. Desgobierno con ausencia de liderazgos y de ideas para “hacer futuro”. Agítense estos síntomas y el diagnóstico es claro: desafección y desinterés.

Pero la realidad es tozuda, y lo que estamos experimentando es la generación de una ciudadanía que está cansada de pertenecer a democracias representativas. La ciudadanía quiere avanzar hacia democracias deliberativas como defiende Jürgen Habermas. Pero los obstáculos no son precisamente pequeños.

Volviendo a Ucrania. Mientras que en Europa parece que “sobra” Europa, en Ucrania hay un gran grupo de ciudadanos que opinan que su futuro pasa por las instituciones con sede en Bruselas. Pero a pesar de su resistencia a volver ser un satélite de Rusia, las opciones no son sencillas para ese sentir ciudadano.

Está en juego la geografía y la Historia, que cuando se torna en geopolítica, lo complica todo aún más. Para Moscú, Ucrania es el origen, el territorio que da sentido a su historia cuando se conformó el Rus de Kiev en el siglo IX, pero también es una pieza esencial en su juego estratégico con respecto a la salida de su petróleo y especialmente su gas natural hacia el este europeo. Estas dos causas principales, son determinantes para entender el actual problema que se presenta en Ucrania. Un gobierno proruso, que elimina la opción europea y que siente como cada vez más las diferencias entre prorusos y proeuropeos se agudizan, creando un frente entre Donestzk y Kiev, las dos ciudades que representan socialmente los dos tendencias contrapuestas.

Lo peor de esta situación, no es solo lo que pueda pasar a la población ucrania que puede deslizarse a una espiral de violencia (esperemos que no), por dos visiones contrapuestas; es también la actitud de la UE, impávida y sin capacidad de reacción. Fruto de no tener un Servicio Exterior y una Política Exterior fuertes e integrados, uno de los síntomas de carecer de un sistema político común y unívoco.

La cuestión es que Rusia ganará esta batalla, la UE sumará otra derrota diplomática más y lo peor de todo es que la opinión pública europea habrá estado ajena a toda esta “batalla” dado el actual marco político europeo.

Por lo tanto la cuestión, ante las cruciales elecciones europeas de 2014, es la necesidad de avanzar tanto en la unión fiscal y económica, como en la política. Y añado también que dado el tenor de los tiempos y de nuestro papel en el mundo, cada vez más complicado y menos eurocéntrico; es el momento de reavivar la necesidad de retomar la idea de una Comunidad Europea de Defensa y la creación de un euroejército.

El mes pasado los amigos de Con Copia a Europa, nos recuerdan que la realidad de las encuestas (especialmente en España) nos recuerdan que, no es que nos hayamos vuelto euroescépticos, sino que somos europeístas críticos y que demandamos una Unión más política y reforzada. Me gustaría creer eso, pero los sondeos nacionales en cada estado sobre intención de voto, se decantan por opciones populistas y antieuro.

Quizá el reto está en comunicar sentipensando en Europa, y para ello queda mucho por hacer, por no hablar de las necesarias medidas que hay que impulsar para desarrollar un modelo de gobernanza ciudadana de la Unión.

Mientras tanto, espero que los ucranios que defienden su sueño europeo logren su objetivo (algo lejano por el momento) y en España, espero que los europeístas, con nuestro sesgo crítico, ayudemos en nuestro entorno a comunicar mejor lo que es Europa y lo que significa para nuestro futuro.

Un comentario en «Ucrania versus Euroescepticismo»

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