La Presidencia Española de la UE y la Cultura: otra vez ignorada

Escribo estas líneas, como consecuencia del artículo de opinión que al respecto he escrito para la Asociación eu mapde Gestores Culturales de Andalucía (GECA), un colectivo de profesionales que desde hace tiempo estamos buscando nuestra razón de ser profesional y nuestra visibilidad en el entorno económico y social.

La cuestión es que a comienzos del próximo año, España asumirá por cuarta vez la tarea de ostentar y por lo tanto definir, la Presidencia de la Unión Europea. En esta ocasión confluyen nuevos elementos:

  1. Una Unión de veintisiete estados miembros, frente a los doce o quince de las anteriores ocasiones;
  2. Un nuevo marco institucional: Un Parlamento Europeo recién elegido y con poderes más reforzados y una nueva Comisión, y
  3. Un nuevo marco constitucional, con la entrada en vigor prevista a partir de 2009 del nuevo Tratado de Lisboa que introduce importantes cambios institucionales.

Todo ello nos deja entrever una respuesta de cual va ser el papel de la política cultural en la agenda del Gobierno español para ese período: Ninguna. O al menos así se refleja en la página web oficial de La Moncloa al respecto.

Entre los grandes ejes o ámbitos comunes de actuación prioritaria que orientarán la Presidencia española destacarán los siguientes: a) Desarrollar las nuevas políticas del Tratado de Lisboa, afianzando el liderazgo europeo en la respuesta global al cambio climático y al desafío energético, a la vez que se consigue un mercado energético integrado e interconectado, b) Utilizar los nuevos instrumentos del Tratado de Lisboa para que Europa pueda hablar con voz propia en el mundo, c) Consolidar una Unión más segura para sus ciudadanos, afrontando conjuntamente el reto de la inmigración y construyendo un espacio compartido de cooperación judicial y policial, d) Seguir trabajando por un mercado interior más integrado, revitalizando la estrategia de Lisboa, y e) Examinar y debatir las conclusiones del informe de Grupo de Reflexión que sobre el futuro de Europa presentará el Presidente Felipe González.

Estos son los objetivos de la Presidencia Española (la cuarta vez, dos bajo mandato de Felipe González y una bajo mandato de José María Aznar) para el semestre que está asignado en 2010. De  entrada partamos de un análisis, las cuatro tienen algo en común: ninguna vez se ha situado como eje de trabajo a la cultura.

Es más, en un momento como el actual, con una gran crisis económica y una necesidad obvia por cambiar el modelo productivo, apostando por la diversificación y la innovación; y en un momento de eclosión del impulso a las industrias culturales en el continente, a ninguna presidencia (de cualquiera de los estados miembro) se le ha ocurrido apostar por ese objetivo.

Incluso la Presidencia Sueca, la que actualmente ostenta la Presidencia de Turno de la UE, tiene objetivos declarados sobre temas culturales, no son muy ambiciosos pero vale la pena comentarlos: los pasados 29 y 30 de julio se celebró una Conferencia Internacional bajo la base de discusión sobre Creatividad y Hábitos culturales en la infancia y gente joven de la UE. Como siempre que ocurre con la cultura, se suele vincular a las políticas de Juventud y Educación que se impulsan desde la Unión, y esto es todo. ¿Desalentador?, puede ser peor. La anterior presidencia fue la italiana. Resultado: se puede designar mediante una sencilla ecuación: Berlusconi + Cultura = 0.

Pues sí, ese es el bagaje que trae la política cultural en los últimos años en el desempeño de las presidencias de turno de la Unión. Recuerdo que durante la última Presidencia Española, en el primer semestre de 2002, escribí un artículo para el Newsletter de Les Rencontres (nº 11) en el que indicaba que la única mención a la política cultural que se hacía en el resumen de acción de aquella presidencia eran vagas esperanzas sobre la importancia que la cultura tendría en la perspectiva de la ampliación y el auge de los medios digitales en su implicación para la conservación del patrimonio. Como epílogo de la “brillante” presidencia en materia cultural, se indicaban los esfuerzos realizados en el conjunto de la UE para la incorporación de la red de TDT a todos los hogares europeos (sí, como lo estáis leyendo, dentro de la política cultural y como éxito de implantación del modelo).

La cultura siempre ha sido vista como algo que necesariamente ha de estar protegido (por supuesto) y ampliamente subsidiado por las administraciones (esto debe dar paso, ya, a un modelo mixto, donde el papel privado tenga más participación y más capacidad de acción, y deje de ser visto como una amenaza frente a la Cultura).

Las organizaciones de profesionales de la cultura en Europa, tenemos que construir un nuevo modelo de trabajo sobre políticas culturales que sea una simbiosis entre lo público y lo privado, que permita crear un nuevo modelo productivo bajo una perspectiva que lo integre, en aras a conseguir una cultura más innovadora, dinámica y adaptable; que genere riqueza y ayude a cambiar un vetusto sistema de producción en los servicios.

Las industrias culturales han de verse protegidas con esta nueva perspectiva de trabajo. Lo privado no puede neutralizar, ni suplantar a lo público, ni a la inversa. Debemos superar viejos esquemas de trabajo anteriores.

El hecho de que la agenda de trabajo de ninguna Presidencia Europea tenga en cuenta esta situación, pasa por hacer un nuevo análisis de las industrias culturales en Europa. Debe ser el sector privado quien inicie ese nuevo discurso, trabajando en red, creando un discurso y llevándolo a la Agenda Pública de la Comisión, el Parlamento Europeo y los respectivos ministerios nacionales encargados de los temas culturales.

La UE ha tardado medio siglo en considerar las políticas de protección del patrimonio cultural europeo en su Tratado. ¿Podemos esperar otro medio siglo a que las instituciones europeas vean la cultura, como una oportunidad para ayudar a cambiar el modelo productivo? La respuesta es sencilla y clara: NO.

En noviembre tenemos la oportunidad de situar este debate en la agenda de la Unión, por lo menos en nuestro país y CC.AA., para luego llegar a la Comisión y a algún grupo de debate del Parlamento Europeo, comencemos por ahí, aprovechando el Congreso Internacional de Gestores Culturales.

Si te interesa el tema no dejes de asistir al congreso. Nos vemos allí.

congreso ejido

2 comentarios en «La Presidencia Española de la UE y la Cultura: otra vez ignorada»

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  2. No me extraña que no tenga una propuesta de “política cultural” despues de la metedura de pata que ha supuesto la creación del galardon “Sello Patrimonio europeo” en donde se le otorgó entre otros a la Residencia de Estudiantes de Madrid, que ocultó en su solicitud que tenía un Refugio antiaéreo debajo constrruido desde 1937 . !que más europeo que la Defensa de Madrid contra las bombas fascistas ”
    No obstante tengo entendido que piensan cambiar dicha “etiqueta” dandole rango de Ley , asi que por ese lado si lo llegan a hacer , algo se habrá aportado al tema cultural y del Patrimonio, claro si lo hacen bién no como la “chapuza” que fué dicho “sello patrimonio europeo ” del 2007.

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