Un comienzo es un despertar. Es curioso que gustándome tanto las nuevas tecnologías y desde que manejé mi primer ordenador, un ZX 81 de Spectrum de mi buen amigo Antonio Bermúdez, allá por los comienzos de la década de los 80, me haya costado tanto inicarme en la blogosfera. Esto ha sido sin duda porque desde hoy adquiero un compromiso, que es por ello la tardanza, de tener un rinconcito actualizado de lo que me interesa y me gustaría compartir en la red.
Me ha costado mucho decidirme, pero sin duda tocaré todos los “palos” sobre aquellos temas que me apetezca comentar, tengo varias inquietudes y en un momento de zozobra como este, sin duda esto es un buen canal para exorcizar demonios de todo pelaje.
Tanto es así que el día que he escogido para este post tiene una especial relevancia. Tal día como hoy de hace 20 años, este fatídico 11 de abril que todos los días viene al calendario, perdí a alguien al que cada día echo más de menos, a pesar del tiempo y la distancia de tan luctuoso acontecimiento, la pérdida de mi padre supuso un antes y un después en mi vida; consciente que de no haberse producido mi vida no habría sido como la que he tenido hasta ahora, pero en la seguridad de que mi devenir desde entonces no lo cambiaría por nada del mundo. Con sus alegrías y sus penas.
El título de este Blog, no deja de ser un pequeño homenaje a un filósofo sin cuya aportación al pensamiento global en el siglo XX, no hubiera sido como lo conocemos en la actualidad. Ni mejor, ni peor, si no radicamentente distinto. De ahí que a veces no sabemos si lo lógico es ilógico o viceversa (sin duda Mr. Spock me fulminaría por lo que acabo de decir).
En fin, espero que este comienzo sirva para que amigos y desconocidos con inquietudes similares (o radicalmente opuestas), utilicen esta pequeña ventana de la inmensa blogosfera de nuestro infinito universo, para que podamos quedar a intercambiar ideas de vez en cuando.
A ello os invito.
“El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas”; Ludwig Wittengestein
Leyendo cómo empiezas tu primera historia (hay quien dice “post”) y cómo recuerdas a tu padre, no he podido evitar recordar aquella frase de Paul Atreides en Dune, “Padre, el durmiente ha despertado”.
Te acabas de convertir en mi Muad’dib de la red; será fantástico poder leerte en tu blog. Por cierto, la cita que usas de Ludwig me ha recordado una de Kant, “Ser es hacer”.
Un abrazo y ánimo en esta nueva empresa.
Estimado Manuel, muchas gracias por tus palabras de ánimo. Me encanta lo de Muad’dib (Todavía recuerdo cuando fuimos Antonio, yú y yo a ver Dune en el Aliatar y salimos discutiendo lo que nos pareció la peli, a tí recuerdo que un principio los FX no te convencieron).
Espero que ahora que vuelvo a Granada nos podamos ver en persona de vez en cuando.
Me he hecho follower tuyo en el Twitter.
Por cierto sabes algo de Antonio, lo he buscado por la red y no hay nada a nivel de contacto personal, tienes un email, un móvil.
Un fuerte abrazo.