Libro Blanco sobre el Futuro de Europa

Europa siempre ha sido el Futuro. Con esta frase comienza la reflexión que la Comisión Europea ha elevado al Consejo, para discutir sobre qué Unión vamos a construir en los próximos años.

La cuestión no es baladí, estamos ante una disyuntiva histórica que provocó la visión utópica de Rossi y Spinelli cuando redactaron el Manifiesto de Ventotene, y de los discursos de Schuman. Lejos de esa visión utópica, ha quedado una impresión distópica, distorsionada y retorcida de la pospolítica, amplificada por la tiranía de la posverdad. Pero esta, está totalmente anidada en el subconsciente ciudadano, gracias a la amplificación del mensaje antieuropeo que se destila en las cancillerías estatales de los 28 para disfrazar sus fracasos locales. No hay nada más oportuno que una superestructura para adjudicar todos los males del malestar de la ciudadanía. Y tanto fue el cántaro a la fuente que…

Tal como incide el Libro Blanco, muchos europeos consideran que la Unión es demasiado distante o interviene demasiado en su vida cotidiana (o una combinación de ambas), otros dudan del valor añadido que esta tiene en sus vidas y una inmensa mayoría pensamos que la UE no ha estado a la altura a la hora de enfrentarse a la peor crisis financiera, política y social desde su creación.

Yo me encuentro entre estos, pero con un pensamiento muy claro. Necesitamos MÁS Europa, pero no con la actual configuración. Esta es extremadamente ineficaz, el actual andamiaje no está preparado para una Unión a 27, una vez consumado el Brexit, y éste ha de servir como un catalizador para acelerar procesos dejados años atrás en el cajón y ser valientes. Es tiempo de ser valientes ante los tiempos de hiperincertidumbre que se avecinan. Es un proceso civilizatorio lo que está en juego, en este extraño calambur histórico, con esta tesis anfibológica que ha producido la globalización, y que ha logrado que emerga como ganador el concepto del aislacionismo y del temor al “otro” como nunca, desde el final de la Guerra Fría. Pero sin el “otro”, porque se trata de todos los “otros” que no sean yo.

Y esto, estimados amigos y amigas, es justo lo contrario de lo que significa “Europa”.

Europa es una Historia de constante Evolución, por lo que avanzar en el sentido inverso de la misma será el mayor fracaso colectivo de la Humanidad, y no podemos permitirlo por el futuro de las próximas generaciones de europeos. No podemos fallarles, fallarnos.

El Libro Blanco está conceptuado como un Debate para definir qué Europa queremos en el horizonte de 2025. Parece lejano, pero los próximos años definirán el devenir de las próximas generaciones, de nuestros hijos, de nuestros nietos, y no podemos ni debemos robarles el Futuro, como tantas veces ha avisado Daniel Innerarity.

El documento lanza loas (acertadas) al modelo de innovación europeo, que con sus fallos, está a la vanguardia mundial; y también a su diplomacia, algo en lo que no estoy de acuerdo. Si bien como “soft power”, hemos hecho mucho en ayuda a la cooperación y humanitaria, en concreto en 2015, según la OCDE, aportamos en ese capítulo el 56% del total mundial, y en algunas cuestiones relativas a acuerdos internacionales; la época del despliegue del Servicio Exterior Europeo, con Lady “Desastre” Alshton al frente, fue un completo fracaso. En la actual configuración de la geopolítica mundial, con un hegemón en repliegue interior (EE.UU.) y otro ascendente (China), y la disputa variada de lideratos regionales; nos obliga a avanzar en un sistema común de seguridad, un Euroejército propio y una voz única en el tablero mundial. No es solo una demanda, es una cuestión de pura supervivencia. En 10 años, la salida del Reino Unido de la UE se mostrará como el suicidio colectivo más estúpido de la política internacional. Una suerte de eutanasia social muy anticipada, por el continuo sueño tory de vivir el presente en una continúa ensoñación de los viejos hitos imperiales de la Inglaterra del siglo XIX.

Para poder afirmar todo esto, no hay nada mejor que los datos: [si Donald Trump o su equipo está leyendo esto, coloco aquí una alerta spoiler] cada año, desde el comienzo de esta década, el PIB de la UE en conjunto va disminuyendo (algo que es común a todos los grandes países de la Unión). Entre el 2004 y el 2015 pasamos del 28 al 24%, y la tendencia se mantiene y de forma preocupante. (Los datos son de Eurostat y la ONU).

A pesar de tener la segunda moneda mundial, tras el dólar, cada vez tienen más relevancia las divisas china y japonesa. Por cierto, la libra esterlina pasó de tener en la “cesta de monedas” de los Derechos Especiales de Giro del FMI el 12% en 2015 al 8% en 2017. Y China de no estar presente en 2015 a tener el 11% en 2017. La tendencia está clara.

Más amenazas, en 2015, Europa tenía el 6% de la población mundial, frente al 25% de 1900. Y en 2060 la previsión es que seamos el 4%, con ningún estado llegando siquiera al 1%. Para completar este panorama, en 2030 tendremos la población más vieja del mundo, con una media de edad de 45 años, teniendo las sociedades más igualitarias del mundo. La pregunta que nos debemos hacer es la siguiente: ¿Como sociedad tenemos una oportunidad de mantener lo construido, juntos o separados? Yo tengo la respuesta muy clara.

Ósea, hemos construido la sociedad más estable, con más libertades, con el mayor estado de bienestar y el mayor espacio de paz que jamás hemos visto en la Humanidad; y todo esto nos parece mal. Por supuesto que es obvio que fallan cosas: el desempleo, la gestión de la crisis, la humillante gestión de la catástrofe humanitaria, la pésima visión exterior para crear espacios de influencia democrática en oriente próximo, y ayudar a crear un islam democrático que luche contra el islam totalitario, el pésimo despliegue de la UEM (solo pensando en la “M” y obviando la “E”), etc… Pero es que el listón del que veníamos, lo colocamos muy alto, y cuando se descienden centímetros, es muy difícil recuperarlos.

Por ello, el Libro plantea 5 escenarios, para discutir en un proceso de varios años, hasta las elecciones de 2019 qué hacer cómo Unión.

Estos son los Escenarios predefinidos:

  • Escenario 1: Seguir Igual
  • Escenario 2: Solo el Mercado Único
  • Escenario 3: Los que desean hacer más, hacen más
  • Escenario 4: Hacer menos pero de forma más eficiente
  • Escenario 5: Hacer mucho más conjuntamente

En un principio quería analizarlos uno a uno, pero os voy a pedir que los leáis, son 5 folios y merece la pena, además os dejo una infografía resumen abajo, para ponéroslo fácil ;-).

Eso sí, os dejo una breve opinión sobre el camino que llevo defendiendo hace años, y si me lees en este blog, lo tendrás claro. El escenario 1 es inviable, es el que nos ha traído hasta aquí, este escenario es el de la contención para salvaguardar la “excepción británica”, sin Gran Bretaña es el momento de avanzar, y más aún si el mayor contrapeso al avance va a ser Polonia, cuyos intereses son más estratégicos y cortoplacistas por su incómoda vecindad con “Putinlandia”.

El Escenario 2 es una broma infinita. Tras este periplo recorrido, ¿dejar solo una Unión Aduanera ampliada? No way!

El Escenario 4 es el ideal neoliberal, es el Escenario 2 con una pátina dorada bajo la palabra más dogmática e ideológica (muy fascista) de la “eficiencia”. En serio, pongamos nombre a esto: desregulación, outsourcing total del estado y primacía del mercado sobre la ciudadanía. Este escenario me da más miedo que todos los demás, sería la venganza perfecta de los euroescépticos y estoy seguro que con el apoyo de todo tipo de neopopulismos a lo largo y ancho de todo el continente, cada uno con su aproximación, pero con un fin común, desmantelar la Unión. Para pensarse en emigrar si esta es la solución final. Al fin y al cabo el escenario 2, no deja de ser una Unión Aduanera.

El Escenario 5, “hacer mucho más conjuntamente”, hace 20 años, tras la firma del Tratado de Amsterdam hubiera comprado la idea. En el mundo actual postinternet esto no deja de ser una bienintencionada visión de 27 remando en la misma dirección. La Historia de la Unión demuestra que nunca los miembros reman en la misma dirección, siempre habrá bloques con pensamientos diferentes, y esto, no es malo, es la fortaleza de la Unión. Nos unimos porque queremos y creemos en un futuro común, y hay que aceptar que puede haber visiones diferentes al respecto. Por ello mi opción preferida y la única que tiene sentido en la actual encrucijada es el Escenario 3:

“Los que desean hacer más, hacen más”

Sí, querido/a lector/a, la famosa Europa de varias velocidades. Nos hemos quedado sin tiempo, y es el momento para hacer grandes apuestas de futuro, de decisiones valientes que ven el largo plazo como una oportunidad, ante las amenazas actuales.

Una UE en capas, según la decisión de integración de los estados que las persigan. Hoy en día ya existe esa tipología de funcionamiento: el Euro, el espacio Schengen…

La Capa externa sería la de la Europa de los 27 actual y el resto de las capas interiores sería según el grado de integración que deseen los estados que las definan conjuntamente, pero con la mira puesta en una Constitución Europea en la capa más interior, rescatar el intento fallido de principios de este siglo y adaptado al futuro. O avanzamos hacia una sociedad planetaria, o estaremos abocados a la extinción como especie. Ahora bien, sin abusar del buenismo integrador, y siendo conscientes de que debemos de integrar a nuestro “soft power” una capa de potencia militar para que se nos tome en serio. La OTAN ha dejado de ser la excusa para no poner en marcha la Unión Europea de Defensa, con un Euroejército integrado.

Desde mi perspectiva, hace tiempo que Europa deje los patrioterismos detrás, toca avanzar juntos y no separados. No entiendo los nacionalismos excluyentes, son el alimento del miedo y la inseguridad, ya se realice de forma consciente o colateral. No queda otra opción que el tercer escenario.

Por cierto, os dejo aquí el enlace a la declaración inicial de La Moncloa sobre el Libro Blanco.

A partir de este Libro Blanco, la Comisión se compromete a emitir documentos de reflexión sobre:

  • el desarrollo de la dimensión social de Europa
  • la profundización de la UEM
  • el aprovechamiento de la globalización (sic)
  • el futuro de la defensa europea
  • el futuro de las finanzas de la UE

O lo que es lo mismo, cómo construir cada una de las capas del tercer escenario.

Queda un tiempo interesante y convulso por delante. La cuestión es: ¿estaremos a la altura?; y lo más importante: TÚ, ¿qué piensas hacer?

Aquí la tabla resumen de los 5 Escenarios prometida:

 

2 comentarios en «Libro Blanco sobre el Futuro de Europa»

  1. Querido Paco.
    Gracias por tu resumen, tu introducción y, sobre todo, tu capacidad e imbuirnos en un debate sobre lo importante.

    Estamos ante la oportunidad de avanzar en nuestra competencia en el mundo global, pero no estamos ante la oportunidad de conservar lo que hemos construido juntos. Lo segundo es una postura conservadora, lo que no significa por definición negativa, que nos llevaría a abandonar la primacía tecnológica y social en el mundo. Es preciso seguir avanzando para no quedar atrás en la competición. Porque sí, es una competición entre las mayores economías del mundo, entre las sociedades. Espero que sea en lo relativo a la competencia y no sólo la competitiva excluyente.

    Me alegro que te decantes por la 3 vía…y una fusión entre la 3 y la 5.
    Trabajando para hacer mucho más, si sólo algunos estados podrán estar a la altura que sean estos los que tiren del carro, con todas las consecuencias positivas y negativas.

    Creer que nuestros problemas se pueden resolver desde una perspectiva local es estar abocados a peder.

    Apostar por la influencia internacional en tecnología, economía, modelo social y visión del estado del bienestar ….sí es apostar para ganar.

    josemaria.

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