Decía un ingeniero jefe de Airbus hace tiempo, que es difícil innovar en la aviación, apoyándose en la idea que desde que los Hermanos Wright hicieron el primer vuelo, todos los aviones comparten un rasgo común: tienen fuselaje, alas, timón y cola. Eso y que todos los ingenieros aeronáuticos se han formado en la tradición de sus profesores anteriores y en las mismas universidades (lo que se llama endogamia corporativa). Desafiar, por tanto, paradigmas es la base de la innovación y en el caso de la industria aeronáutica es una ardua cuestión, por lo que cuando se produce suele traducirse en un salto competitivo de quien la practica. Y este es el sello distintivo de Airbus desde que despegara su primer modelo el Airbus A300 en los 70. Desde entonces ha sido una larga cadena de acontecimientos tecnológicos, los que […]