50 años de fascismo y terror en Euskadi. Último Acto: El estertor

El pueblo vasco (y el resto de España, hoy somos todos un poco vascos) tiene que desayunarse hoy con la etaezefeméride más oprobiosa que jamás ha tenido en su historia: la creación del único grupo mafioso de Europa que sigue vendiendo ideales políticos, donde tan sólo cabe odio y “negocio”.

ETA ha vuelto a teñir de rojo luto, las vidas de los familiares y amigos de los dos jóvenes guardias civiles asesinados vilmente en Calviá, el 30 de julio. Pudo ser mucho peor, pero lo hecho, ya es en sí de lo peor que han realizado desde el atentado de la T4 de Barajas; por no decir en lo que se pudo convertir el atentado frustrado el día anterior en Burgos, cuando hicieron detonar una furgoneta “clonada” de un vecino cargada con 200 kilos de explosivos.

Dicho esto, sólo queda esperar que las fuerzas de seguridad del estado, hagan su trabajo (con el nivel de calidad y exigencia con el que lo llevan desempleñando en los últimos años) y atrapen a los cobardes hijos de puta que disimulados entre la multitud, han realizado tamaña salvajada contra el sentido común, la democracia y los derechos de los ciudadanos.

Acaso no saben los hijos de puta de la pandilla (ya no son ni siquiera banda, se mean encima cuando les atrapa la policía) de asesinos, que la sociedad vasca y la española ya le hemos vencido, que ya no tienen cabida en el seno de nuestras instituciones democráticas, que son la otra cara del espejo del otro fascista con el que nacieron; y que por lo tanto ya no tienen derecho a existir, ya que su existencia lo que hace es ahogar el resurgir social del pueblo vasco en el contexto español y europeo. ¡Tan ciegos están!

Mi ánimo y solidaridad para las fuerzas de seguridad del estado y sus familiares. Hoy no va a ser un buen día para ellos, máxime cuando escribo estas líneas con temor a que tenga que hacer una extensión de las mismas al final del día. Si la banda de hijos de puta han hecho lo que han hecho en los dos últimos días, no quiero pensar en lo que hayan podido planear para hoy.

Y digo esto porque esta mañana he quedado estupefacto al oír en la radio estupideces del tipo de como la Guardia Civil o la Policía Nacional no habían previsto algo de esto. Esos comentarios dignos de estupidez y estulticia humana, sólo reflejan una vez más las ganas de hacer política con el terrorismo. Estoy convencido de la profesionalidad y compromiso de las fuerzas de seguridad del Estado para derrotar a ETA (les va la vida en ello). Poner en cuestión su “descuido” ante los atentados de Burgos y Calviá, dada la cercanía de las fechas del aniversario y las ganas de hacer daño de la alimaña etarra, es no sólo una cuestión de bajeza moral y poca talla política; peor aún, es crear un estado de pánico innecesario, dado que con un poquito de sentido común podemos deducir que todos podemos ser objetivo de cualquier asesino, por mucha protección que haya, siempre habrá eslabones débiles en la cadena: es por ello por lo que estas acciones se llaman terroristas (provienen de la sensación de terror que infunden, de ser una amenana invisible y presente).

Pero no, no nos van a doblegar. Su final está cerca porque estamos todos unidos ante la única salida posible: la rendición incondicional porque el Estado de Derecho es más grande, porque la sociedad puede con estas oscuras sombras del pasado, que nos quieren hacer ver otra realidad imaginada, fruto de la pesadilla esquizofrénica en la que viven. Somos más fuertes y les vamos a vencer, entre todos y todas.

Hoy me siento vasco, estoy triste por las familias que tienen esa sensación de pérdida y ya nada lo llenará. Pero desde este humilde rincón quiero que sepan que estamos con ellas y que tendremos una deuda de gratitud eterna con quienes se han ido.

ETA NO – ETA EZ

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