Astracanada a la griega

Seguimos con el sainete del señor Tsipras y sus acólitos. Estupefacto me hallo ante tal situación. Es inconcebible que en una democracia (y estamos hablando del país que la inventó), el principal representante político (y electo para ello) se parapete tras su población y no asuma sus funciones y obligaciones como “primer griego”. ¿O no? Cada vez me quedan menos dudas de que lo que está sucediendo en Grecia es una puesta en escena, para ocultar las verdaderas intenciones que exponía en mi anterior entrada:¿Lecciones?, griegas. Dirigir a la población con una agenda oculta, como las que le supongo a Syriza y ENEL que son incapaces de desvelar, bien por miedo o debilidad; incapacita a la población para tomar una decisión ajustada a la realidad. Es más, el referéndum convocado para este domingo, con menos de una semana de tiempo, es un auténtico despropósito. […]