Glasnot!

Esta palabra pertenece ya a la geografía de nuestra memoria. Un vocablo ruso, glasnot, que se instaló en las conversaciones políticas de mediados de los 80 del pasado siglo, gracias a la irrupción en 1986 de un nuevo líder del PCUS; Mijaíl Gorbachov. La vieja potencia soviética era más vieja y menos eficiente de lo que nadie pudo pensar, y el nuevo líder condujo a su partido y a la extinta URSS a un cambio sin precedentes, resumido en dos palabras: “glasnot” y “perestroika”, transparencia y reestructuración (que en occidente fue definido también como apertura). Pero centrémonos en la glasnot, la tan atribulada transparencia. El actual santo grial de nuestros próceres políticos. Cada cierto período de tiempo la política necesita de nuevos vocablos que resulten inspiradores. En la sociedad de la infoxicación y de los 140 caracteres, esto es más […]

¿Tablas?, o fracaso como sociedad

Sí, no sé si son unas tablas, tal y como canónicamente se entiende en el ajedrez; no sé si somos los efectos colaterales de unas estrategias que son más efectistas que necesarias para la urgencia social y económica de este país; o peor aún, y es lo que me temo, somos el resultado de un fracaso como sociedad. Asistimos ante la ceremonia caníbal, tal como ilustró Christian Salmon, del actual “politainment“, de esa performance política, construida más por entretener y buscar filias y fobias, que por buscar una construcción pedagógica de la acción política de la sociedad, fruto de un necesario pacto entre ciudadanos y políticos. Lejos de eso, asistimos a una eterna versión más de “Saturno devorando a sus hijos”. Porque lo que tenemos ante nosotros, ante el abismo de la repetición electoral, es el fracaso de una sociedad. […]