En el día de hoy la Unión Europea a través de la institución que es depositaria de la soberanía ciudadana de la Unión, el Europarlamento ha dado luz verde al nuevo Colegio de Comisarios presidido de nuevo por el gris Durao Barroso.
Ha sido una votación final de trámite, a pesar de los altos y bajos a los que ha tenido que hacer frente esta elección desde los resultados de junio de 2009 de las anteriores Elecciones Europeas. Finalmente el Europarlamento ha aprobado la elección de esta nueva comisión por un total de 488 votos a favor y 137 en contra, o lo que es lo mismo en términos políticos, con el refrendo de los tres grupos mayoritarios de la cámara: el Grupo Popular Europeo, El Grupo Socialista Europeo y el Grupo Liberal. En frente los que ya lo anunciaron desde el principio, cuando se hizo oficial la reelección del actual Presidente de la Comisión: los Verdes, la Izquierda Europea y los euroescépticos.
Creo que no soy precisamente sospechoso de ser euroescéptico, tanto mi devenir personal como mi huella digital delatan mi “euroforia” y mis planteamientos sumamente federalistas en cuanto al tipo de Europa quiero para el futuro de nuestro continente; pero me váis a permitir que tenga un pálpito negativo en cuanto a impulso del papel de la UE en el mundo que esta comisión pueda deparar.
Por supuesto, que voy a darles un voto de confianza, es de rigor; pero dudo que Barroso esté capacitado para llevar a buen puerto alguno de los frentes a los que tiene que enfrentarse la nueva Comisión. Y es que la verdad, la UE tiene en este momento el papel más diluido que recuerdo en sus últimas tres décadas. Son muchas las amenazas y pocas las certezas.
En un mundo cada vez más multipolar: el papel de China, el nuevo ensimismamiento de los EE.UU. ante sus problemas internosy el papel de las nuevas potencias regionales emergentes (Brasil, India, Irán, Venezuela, etc.) hacen más complicado que nunca el papel de cada una de las instituciones que conforman el puzzle europeo, especialmente bajo la luz del nuevo Tratado de Lisboa. Y todo lo expuesto, tamizado obviamente por el rol de “único” actor que ha deparado la actual gran crisis mundial.
No voy a entrar en ese juego del que tanto se habla y sobre el que tampoco se decide. Tengo la plena convicción que los mercados no van a ser regulados por medidas claramente correctoras y transparentes, una vez que pase este infructuoso lustro que al menos nos va a tocar vivir de penurias, pero si me preocupan ciertos aspectos del papel de la UE en el futuro inmediato.
¿Será la nueva Comisión capaz de construir un liderazgo conjunto con Van Rumpuy y Lady Alshton, que permita a la UE actuar con una sola voz en el escenario internacional, aprovechando la oportunidad que otorga la creación del Servicio Exterior de la UE ?
¿Recogeran los estados de buena forma, la insinuación alemana de hace unos días de avanzar en la creación de un espacio de defensa conjunto y unificado, bajo el paraguas de un EuroEjército?, ¿serán, en este contexto, capaces de estar a la altura países como Francia y España?, y además, ¿serán entre todos capaces de callar los recelos iniciales y finales del Reino Unido?, que obviamente apostará por una OTAN que ya no representa los intereses del pueblo europeo en este nuevo escenario mundial, dada la supremacía militar y política de EE.UU. en la organización y la ausencia de una estrategia geopolítica de intereses netamente europeos.
¿Será capaz la Comisión de avanzar en el desarrollo de un espacio de innovación social y desarrollo sostenible que nos haga ser competitivos en los próximos 10 años?, dentro de la Estrategia 2020. ¿Sabrán los estados estar a la altura de este desafío?, algo me dice que no.
¿Será capaz Europa de encontrar su sitio, de nuevo, en el contexto mundial?, estableciendo nuestro modelo transnacional e intergubernamental, como el modelo de gobernanza eficaz para el resto de las democracias y potencias emergentes del mundo.
Son demasiados interrogantes y demasiadas dudas, me reservo otras tantas opiniones, pero en definitiva esto no es una cuestión que atañe sólo a la Comisión. Tenemos la suerte de vivir en primera persona la construcción de la institución política más compleja que jamas ha construido la sociedad humana, y eso es tarea de todos.
Estaremos expectantes…
Un comentario en «El Nuevo Colegio de Comisarios de la UE, ¿es realmente nuevo?»