En un futuro no muy lejano, la humanidad habrá logrado alcanzar un hito tecnológico trascendental: la llegada de la era de la computación cuántica. Esta nueva forma de procesamiento de información ha revolucionado todos los aspectos de la sociedad, incluida la administración electrónica. En este relato de ¿ciencia ficción?, os invito a explorar cómo la computación cuántica ha transformado la forma en que se lleva a cabo la administración electrónica, brindando un nivel de eficiencia, seguridad y complejidad sin precedentes.
No te suena de qué va esto de la computación cuántica. No te preocupes, una explicación rápida. Los ordenadores actuales leen bits, es decir o “ceros” o “unos”, y siempre en un orden lineal, o un dígito o el otro, y por supuesto a velocidades que se escapan a nuestras capacidades humanas de entendimiento. Hasta aquí, todo bien. Pero, ¿qué pasa en un ordenador cuántico? Pues que los “ceros” y los “unos” conviven en estados superpuestos en infinitas pilas en la misma unidad de tiempo, por lo que pueden “ver” múltiples respuestas en un tiempo ínfimo. Y qué significa todo esto, pues que pueden hacer infinitos cálculos en un breve lapso de tiempo. Pueden resolver, teóricamente, en minutos lo que a nuestro mejor ordenador actual le llevaría millones de años.
Pero mientras empresas como IBM o Google, o la Quantum European Flagship de la Unión Europea, invierten recursos y tiempo para hacer a estos ordenadores más eficaces y con soluciones realistas de mercado, algo que los científicos dicen que ocurrirá a final de esta década, vamos a imaginar cómo esta tecnología podría impactar en nuestra sociedad. Eso sí, os pido dejar volar vuestra imaginación.
Bienvenidos y bienvenidas a NeoCity. Estamos en el año 2035, en una ciudad altamente tecnológica, donde tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, el blockchain o la nanobótica han convergido con la computación cuántica.
En esta ciudad, el gobierno local ha implementado un sistema de administración electrónica basada en tecnologías cuánticas. Los servidores cuánticos ejecutan complejos algoritmos en paralelo, superando con creces los actuales sistemas gracias a los modelos de aprendizaje automático cuántico. Esta administración electrónica se ha convertido en un entorno fluido y ágil, donde los trámites y procesos se realizan en cuestión de décimas de segundo.
En esta nueva era, la ciudadanía puede realizar trámites desde la comodidad de sus hogares, en entornos holográficos o de realidad virtual, utilizando una interfaz intuitiva y segura, que le permita estar protegida de ataques cibernéticos o de posibles robos de identidad. La velocidad de procesamiento cuántico permite una inmediatez asombrosa. En la actualidad, no podríamos discernirla de la magia, nos parecería con los actuales cánones, cuasi-irreal. Los formularios se completan automáticamente, las solicitudes se aprueban en tiempo real y los documentos se archivan de forma instantánea. El tiempo que antes se perdía en esperas y trámites burocráticos, ahora se redirige hacia actividades más productivas o enriquecedoras, desde el punto de vista individual.
Una de las revoluciones más dramáticas que aportará la computación cuántica a la sociedad, será nuestra percepción del tiempo. Lo perderemos menos, y quien quiera hacer de ello una cuestión capital de calidad, lo podrá hacer; de maneras que somos incapaces de intuir en la actualidad.
A medida que el sistema de administración electrónica se expande, hacia una verdadera administración digital, junto a medidas de democracia digital en tiempo real, ésta se adaptará cada vez más a las necesidades de la sociedad, prácticamente sin intervención humana en este tipo de reajuste. La Inteligencia Artificial Cuántica, nos permitirá construir interfaces humano-máquina que nos permitirán alertarnos de aquellas desviaciones que puedan ser lesivas para la comunidad, estableciendo sistemas éticos artificiales que impidan la sustitución de la voluntad humana y su libre albedrío.
La complejidad de los algoritmos cuánticos y la necesidad de mantener la seguridad, como citaba anteriormente, son la prioridad, para hacer frente a cada desafío inesperado que surja: pandemias, problemas con el cambio climático, desajustes sociales derivados de la desigualdad económica, etc.
Las personas expertas en computación cuántica: matemáticas, físicas, ingenieras, juristas, sociólogas, filósofas, por citar a alguna de ellas, trabajan adecuadamente para garantizar que los sistemas estén protegidos contra ataques cibernéticos y otras vulnerabilidades, y en especial de los sesgos inherentes a la propia condición humana. Para ello, la criptografía cuántica y la ética cuántica se convertirán en un pilar fundamental para asegurar la confidencialidad de los datos, de las comunicaciones y de la protección de la condición humana.
Desde el punto de vista de la seguridad de la información, la computación cuántica supone un desafío descomunal para las instituciones públicas. Los algoritmos cuánticos pueden resolver problemas criptográficos basados en la factorización de números primos y la búsqueda de funciones hash inversas de manera más eficiente que los algoritmos clásicos. Esto podría requerir nuevas técnicas criptográficas que sean resistentes a la computación cuántica, y la administración deberá adaptarse a estas nuevas técnicas para garantizar la seguridad de la información. La incorporación de las tecnologías cuánticas a la administración, nos deben de alejar de crear un Leviathan tecnológico que se posicione en contra de su premisa fundamental: estar al servicio de las personas.
La administración digital de NeoCity basada en tecnologías cuánticas no solo mejora la eficiencia, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad a nivel planetario. La accesibilidad se vuelve universal, permitiendo que personas de todas las edades y habilidades posibles puedan participar de ella, sin obstáculos. Con ella, nacerá una nueva gobernanza y un nuevo tipo de democracia, que podríamos definir como una algocracia, que ayude a la sociedad a avanzar, generando una visión comunitaria como nunca hasta ahora.
Una gran consecuencia de todo ello, es la de disponer de una administración y servicios públicos totalmente transparentes, reduciendo a la mínima expresión la corrupción, el mal gasto de los recursos públicos, y fomentando la confianza en las instituciones que sostienen al gobierno. Además, el análisis de los datos con tecnologías cuánticas ayuda a tomar decisiones informadas en políticas públicas, que superan, con creces, el actual marco que el Big Data y la Inteligencia Artificial tienen en nuestra sociedad actual.
La optimización de la asignación de los recursos y su eficaz control, mejorará las condiciones de la ciudadanía de NeoCity hacia unos registros que estarán muy lejos de los registros más positivos que podamos encontrar en democracias actuales muy avanzadas. Esta optimización nos permitirá poder planificar mejor los recursos de NeoCity. Los algoritmos cuánticos nos ayudarán a resolver problemas de optimización para la cadena de suministro necesaria en las ciudades, la planificación de las rutas logísticas, la movilidad ciudadana, la programación de proyectos de toda índole, especialmente en resolver la problemática de la asignación de los recursos en las políticas sociales, una mejor planificación de la educación a todos los niveles y muy especialmente de los recursos sanitarios de gestión pública.
NeoCity dispondrá de un modelo virtual de simulación cuántica para “ver” con antelación todas los posibles problemas y las posibles soluciones con un doble fin. De un lado, impedir que los peores problemas puedan suceder y de otro lado, ir dotando de soluciones eficaces paulatinamente para impedir que los peores escenarios puedan emerger. Este nivel de simulación, escapa de nuestra propia cognición humana y habrá que diseñar interfaces que simplifiquen la toma de decisiones, desde un punto de vista lo más humanizado posible.
A medida que esta administración digital avance, cada cota superada dejará reducida a la mínima expresión a la anterior, en ciclos que serán más rápidos que lo que nuestra capacidad de comprensión pueda encajar.
La inteligencia artificial cuántica emergerá como una fuerza revolucionaria, capaz de procesar datos a niveles impensables. Los chatbots cuánticos se convierten en asistentes virtuales capaces de comprender y responder a preguntas de manera más humana y sofisticada, haciendo superfluos los mejores desarrollos que las actuales IAs generativas puedan conseguir. La frontera entre humanos y máquinas se difumina, y se plantearán continuamente interrogantes éticos y filosóficos sobre el papel de la tecnología en la sociedad. Será necesario en este periplo considerar la asignación de derechos y obligaciones a cualquier máquina que esté gestionada por una IA o un motor algorítmico.
En este relato de… ¿ciencia ficción?, he querido explorar un posible camino de cómo la computación cuántica transformará la administración electrónica en los próximos años. Desde la eficiencia y velocidad sin igual hasta los desafíos de seguridad y complejidad.
Este salto cuántico nos llevará a una sociedad más ágil y conectada. A medida que la tecnología continúe avanzando, debemos considerar cuidadosamente los beneficios y las implicaciones de la computación cuántica en la administración electrónica y garantizar que sigamos siendo dueños de nuestro futuro tecnológico. Este es el gran dilema moral, ético y normativo que supone un desafío sin precedentes en la Historia de la Humanidad. Está en juego una visión humanística integradora de la gestión de la IA en nuestro futuro, y en especial en nuestro actual devenir.
Te veo muy optimista. Ya verás como hay alguien o algo que intenta joder esa eutopía. Muy interesante en todo caso esta prospectiva cuántica
Es que no veo otra salida al optimismo, Eso sí, si nos ponemos a trabajar en ello, ya. De tod@s depende que sea así 😉