En este mes, y coincidiendo con el Día de Internet (hoy día 17 de mayo, día en el que escribo este post), la Junta de Andalucía, ha puesto en marcha un mecanismo para recoger feedback de la ciudadanía andaluza, sobre qué opina del uso y necesidades futuras que depara Internet para nuestra sociedad.
Sin duda es un gesto loable, toda vez que estas cuestiones se hacen sin contar con la opinión de la sociedad, normalmente, y más concretamente sobre un tema, que nos definirá en esta década. La cuestión no es baladí. Uno de los objetivos principales de la Estrategia 2020 de la UE, es precisamente la Agenda Digital Europea, conjunto de medidas a desarrollar en esta presente década, recién iniciada, siguiendo los patrones seguidos por la Declaración de Granada de 2010.
De hecho la estrategia Andalucía + Digital tiene sus fuentes en la ADE y en el Plan Avanza 2, que a nivel estatal impulsa, junto a las comunidades autónomas, los cimientos en los que se debe construir el futuro del acceso universal a internet en nuestro país, y que además ayude a cambiar el modelo productivo y el sistema educativo mediante el uso masivo e innovador de la red.
De hecho, Andalucía junto a Euskadi, son las dos regiones españolas que más servicios de gobierno electrónico ofrecen en la red. Pero esto, que es recalcable y muy reseñable, tiene una merma, que a mi juicio, viene originada por los propios documentos de la UE.
Si queremos cambiar el sistema productivo y desarrollar nuevos elementos de innovación social y empresarial en los entornos “electrónicos” que nos permite la red, hemos de cambiar el concepto de uso de la misma; comenzando por las propias instituciones que impulsan estos objetivos tan necesarios. Me explico, en el seno de la UE se confunden dos términos que no son lo mismo, aunque son complementarios: el eGovernment, con el open Government. Y no, no son solo impresiones. En julio de 2010, tuve la oporunidad de asistir a una reunión con la Jefa de Gabinete de la Comisaria Kroes, y pude comprobar cuan identificados están ambos términos, tanto en el nivel político de la toma de decisiones, como en los instrumentos político-financieros que regulan la Agenda Digital Europea.
Andalucía, tiene la oportunidad con esta medida de participación ciudadana, preguntándanos qué queremos de la red, y cuáles han de ser los objetivos prioritarios, de ser un bastión de innovación de medidas de o-Gov en el futuro inmediato. Nuestra administración autonómica tiene que arriesgar, tomando decisiones sobre open Goverment, que vayan más allá de lo estrictamente necesario, convirtiendo el open data, en una nueva forma de administrar, creando nuevas oportunidades de generación de ideas, empresas y por lo tanto empleo; a través de los nuevos nichos de mercado que se generen mediante el data mining, y formando a empresas y emprendedores en recorrer nuevos caminos juntos, que nos ayuden a ser los innovadores de la UE en este nuevo territorio. Es una oportunidad, no exenta de riesgos.
Pero la creatividad de la ciudadanía andaluza, bien se merece esta oportunidad. La de ir más allá de lo que normalmente vemos alrededor.
Esta debe ser la base de la estrategia Andalucía + Digital: ir más allá de lo que establece la Agenda Digital Europea.
¿Tú que opinas?