(i)Lógica Europa

Faltan unas cuantas horas, para que termine este aciago año. Un año de transición, ya veremos si hacia algo peor o hacia un breve hálito de esperanza en el horizonte. Las primeras impresiones son más pesimistas que optimistas, pero algo está claro: estamos viviendo los albores de un cambio de época y no una época de Europa futurocambios.

En la arquitectura de la Historia, estamos iniciando el nuevo siglo. El siglo XX acabó con la Caída del Muro en 1989, pero el siglo XXI lejos de comenzar en el 11-S, está iniciando sus pasos en estos últimos tres años. La crisis financiera mundial, aderezada por una total incapacidad de gobernanza mundial de los estados, ¿es la muerte de la democracia tal como la conocíamos, lo que estamos viviendo? y una revolución tecnológica de las comunicaciones y la electrónica como nunca antes habíamos experimentado (revolución que no implica tan solo su existencia, sino el consumo masivo de la misma, nunca antes esto había ocurrido); están desarrollando unos nuevos lazos sociales, económicos y antropológicos, que serán motivo de estudio en el futuro; y que además completarán un paisaje y unos usos sociales, totalmente diferentes a los que estamos acostumbrados.

Pero el objetivo de este post es de hablar de esperanza y no de desesperanza (de la que andamos algo sobrados), aunque a veces cueste tanto.

Hablar de Europa, en estos momentos, es un ejercicio de exacerbado optimismo, pero altamente necesario. Cuestión de fe, tal vez. Estoy harto de oír que todo lo que ocurre es culpa de la UE. ¿Alguna vez hacemos la reflexión inversa? Háganla… Da escalofríos, ¿verdad?

Sin una estructura comunitaria de apoyo, países como el nuestro estarían ya asolados por la crisis, y no solo el nuestro: Italia y Francia tendrían graves problemas, por no hablar de todos los países del otrora Este europeo.

Pero, tras este año de varapalos económicos, desajustes políticos y TOTAL ausencia de liderazgos políticos en Europa; es descorazonador ver como los presidentes y primeros ministros de cada uno de los 27, se reunían en el Consejo Europeo, se ponían deberes colectivos, y al volver a sus respectivos países arremetían contra la Unión Europea. Porque la UE somos todos, y su centro de decisión son los gobiernos nacionales soberanos, es lo que dice el Tratado de Lisboa, y lo que nunca quieren explicar a la población. Conviene, para las cortoplacistas mentes de nuestros gobernantes, tener a alguien a quien echar la culpa, para expíar nuestras faltas.

Bastante obtusa es ya la arquitectura comunitaria, como para azuzar a la población contra ella. Pero nadie hace pedagogía, de lo que hubiera pasado sin la UE. De lo que hubiera pasado, tras la caída del Muro de Berlín, de cómo nos hubiéramos enfrentado económica y socialmente, y de cómo otros países hubieran sacado tajada de ello. Pero como esto es política ficción, os voy a referir unos cuantos datos.

Es difícil hacer pedagogía de Europa, cuando a un ciudadano europeo le explican que la Política Agrícola Común, se come un 40% del presupuesto de la UE, unos 53.000 millones de euros para ser más exactos (aún así la idea es que en 2013 se llegue al 33%, una barbaridad, pero nada comparable al 74% de 1984). Pero más difícil es explicar que hasta hace un año, el cultivo del tabaco estaba subvencionado, y eso que el mayor productor de tabaco es España (en concreto el norte de la provincia de Cáceres): Por cierto un tabaco malo (neutro en la jerga de los productores), que no aporta sabor, ni ninguna característica especial. Lo malo es que cada kilo era subvencionado con 2€ que salía de nuestros bolsillos. Y esto es el pan nuestro de cada día: lejos de proteger el mundo rural europeo, lo que hacemos es hacerlo más ineficiente y menos competitivo, cosiendo a aranceles a las importaciones que hacemos de países en vías de desarrollo.

Primera cuestión: Tenemos que refundar el sistema de gestión interno de las ayudas europeas, pensando en un único territorio y no en 27 egoistas visiones (y sus múltiples subdiviones regionales), lo que además implica una reconversión del campo europeo, desde una perspectiva integradora y competitiva a nivel mundial y no desde posturas ultranacionalistas defensivas. ¡Ah! y no es una cuestión de tratados y Reglamentos, se trata de hacer política de forma diferente, usando los actuales instrumentos.

En tres días nace el SEAE, el Servicio Europeo de Acción Exterior, y ya nace cojo. Nace mal por tres cuestiones básicas:

  • Nace sin el presupuesto suficiente, para tener una infraestructura a la altura de la representación que quiere mantener o aparentar.
  • Nace como un producto de diálogo intergubernamental, más abocado a los intereses nacionales de proporción y espacios de poder, que de crear una estructura nítidamente “azul“. Por no hablar del sistema complejo de reclutamiento entre funcionarios de la Comisión. Está por ver el papel que el Europarlamento tendrá en su control y capacidad de influencia, como contrapeso al rol de los gobiernos de los estados miembro.
  • Y, finalmente, nace con un cáncer llamado Ashton. La inane Alta Representante de la Política Exterior de la UE (hablar de política exterior y UE conforman un oxímoron más que obvio, complejo).

No obstante, el SEAE es una oportunidad, y aunque es un instrumento de trabajo más que interesante tiene un problema de nacimiento muy grave.

Segunda Cuestión: para poder ejercer una influencia internacional como territorio político y económico, hace falta dotarse de un poder militar efectivo (no digo que ofensivo, pero sí integrado). Acaso piensa, querido lector, que el poder de China se consigue tan sólo con la balanza de pagos de exportaciones y la compra de deuda soberana en los mercados internacionales. Su influencia diplomática hace presión, porque detrás tiene el sistema que garantiza su poder: un ejército creciente, con un marcado acento en ser la alternativa americana. Ya, se lo que piensa, la UE no va a jugar ese rol, ni lo pretende (es verdad), pero para poder ser potencia regional, hay que jugar ese juego. Ejemplos: India, Japón, Corea del Sur, Brasil, Venezuela, Turquía, Irán… Todos quieren jugar y saben de la importancia del peso militar en la ecuación de poder. A Europa se le vio el plumero con la guerra de los Balcanes en los 90, fuimos incapaces de defender y arreglar nuestro territorio, tuvieron que ser los americanos los que nos sacaron del atolladero. Por otro lado, hemos acostumbrado a la comunidad internacional a ser quienes reconstruimos lo que otros destruyen, y no hacemos nada para defenderlo. Pensemos en Gaza o en otros escenarios. Si no ponemos en marcha un poder militar integrado “azul” bajo la bandera de la UE, nunca seremos tenidos en cuenta. Nos hace falta un euroejército, para tener una ÚNICA voz en los foros internacionales. Pero para ello es necesario que Alemania, Francia e Inglaterra se den cuenta que ya no pintan nada en el escenario internacional, por sí solos. Estamos en un momento crucial de la Historia, para salvaguardar un modelo social, el cual no es un referente ni en China, ni en India, ni en Brasil. Ellos están inventando el suyo, y estos están muy alejados del nuestro.

Y ya que hablamos de una única voz en el plano político internacional, que tal si nos ponemos de acuerdo y creamos una única fiscalidad europea. Es decir, hacemos que la UEM sea una realidad. Nos quedamos con el Euro, como si fuera garante de la misma, y al final lo único que obtuvimos fue una política monetaria única, lejos de estar armonizada realmente. Quizá haga falta que caiga el Euro, para desde los cimientos derrumbados del mismo, crear primero una política fiscal y desde ahí, crear una moneda fuerte y consistente. No lo sé, es tan solo una sensación.

Tercera Cuestión: Y esta es la verdaderamente importante. Avanzar en una UEM común, es avanzar en una gobernanza económica intergubernamental de verdad, no el remedo de lo que es ahora. Se trata de crear un sistema de control financiero y fiscal para ciudadanos y empresas, donde las reglas queden claras y sean transparentes. No se trata de un modelo, para salvaguardar nuestros intereses económicos tan sólo. Estamos hablando de salvar nuestros sistemas democráticos. La sensación mayoritaria, cada vez más, es que los estados no controlan el sistema financiero, ni los flujos económicos, que es lo que interesa a la gente. El 52% del PIB mundial lo controlan una decena de multinacionales, que están desarrollando estrategias de gobernanza corporativa más transparentes hacia sus clientes, los ciudadanos, que lo que están haciendo la mayoría de los gobiernos y estados. Hay que reinventar la ágora europea si queremos salvar el Sistema.

Como epílogo diré que este año vimos como nacía hace unos días en el Europarlamento, la Iniciativa Ciudadana Europea, de la que he hablado mucho en este blog, con el fin de dar a la ciudadanía europea un canal para desarrollar iniciativas legislativas  y dar voz real al conjunto de los habitantes de este espacio intergubernamental que es Europa, y que debe avanzar hacia un espacio más ciudadano e integrador.

La cuestión es que Europa, siempre va a jugar con una ambivalencia necesaria. Por un lado la herencia constante de su nacimiento y desarrollo, paso a paso, lo que la hace tremendamente compleja a ojos de la inmensa población europea, lo cual hace que muchas de sus medidas no sean claras, ni precisas. Esa es la belleza de su lógica ilógica, es un conjunto de checks & balances (como recalcan los anglosajones) que la hacen fría y necesaria a la par.

Pero sobre todo, Europa es más necesaria que nunca. Espero que en algún rincón de Europa, en estos momentos, alguien esté pensando como encender la chispa del europeísmo otra vez. No somos conscientes de lo necesario y urgente que es para nuestra supervivencia como ente multicultural.

Me niego a que seamos un capítulo fallido más de la Historia, ¿y tú?

6 comentarios en «(i)Lógica Europa»

  1. Hola Paco Luis, me ha encantado tu reflexión, y coincido plenamente contigo en muchas cosas que dice. La UE es más necesaria que nunca: no es parte del problema, es parte de la solución. Un abrazo y que pases unas felices fiestas!

  2. Una pequeña objeción: no todos los poryectos de hegemonía o de influencia regional se han apoyado en el militarismo. De echo, Japón o Alemania en estos últimos 50 años son la prueba fehaciente. De modo que cabe pensar que Europa puede defender su inimitable modelo social de mercado con otras “armas” no siempre blandas: en efecto, una fiscalidad armonizada, una estrategia de negociación comercial internacional más agresiva para obtener igualdad de trato, una ruptura con los corporativismos profesionales y sectoriales, una política de cohesión vinculada a los avances en productividad, etc.
    Por lo demás, qué gran artículo!!

    1. Estimado Fernando, no sabes la ilusión que me hace verte por aquí. Y como nos prometimos caña dialéctica para mantener el debate europeo, aquí va mi contestación. Antes que nada gracias por considerar que es un gran artículo. Me gusta que estés de acuerdo conmigo, salvo en lo del poder “duro”. Poder que es más que nunva necesario. Soy un firme defensor de la UEO y de la futura creación de un Euroejército que sea plenamente operativo al margen de la OTAN, para poder defender visiones exclusivamente europeas en el complicado y nuevo escenario mundial.
      Tal como indicas, tanto Alemania como Japón jugaron una influencia regional de índole netamente económica, porque así lo necesitaba EEUU, Alemania como contrapeso y línea divisoria entre el Este y el Oeste (y todo el poder de las bases norteamericanas en su territorio) y Japón como contrapeso a China y por ende el control del Pácifico occidental. Estas y no otras fueron las razones.
      Pero a lo que yo me refiero es a la posibilidad de jugar un rol como global player, no regional. Estamos quedándonos al margen de todos los escenarios, básicamente porque UK y Francia no asimilan que ya no pintan el papel que otrora dibujaban (Alemania y con su crecimiento actual creerá que volverá a tener algo que opinar y será su error a largo plazo que será el de Europa también).
      Por ello defiendo que para poder inluenciar, tienes que sacar los dientes afirmando que estás dispuesto a hacerte notar, al estilo de EEUU, China, Brasil o cualquier otra potencia regional. Es preocupante ver el rearme que están llevando a cabo los países punteros de América del Sur o del Sureste asiático, Taiwan parece más un arsenal que un país en la última década, y no para de comprar.
      En fin, me parece que vamos a tener que hacer una serie de artículos sobre la UEO y el Euroejército, la verdad es que esto da para unas jornadas.
      Un fuerte abrazo y Feliz Año

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